sábado, 9 de junio de 2012

DIÁLOGOS DE LITERATURA



NUBES DE LEZAMA Y HOMERO


Gustavo Consuegra Solórzano


DIÁLOGOS DE LITERATURA

Pensamos que en esta época de la internet, no cabe la vieja clase magister, ni la liturgia del sabelotodo, de allí que quisiéramos que nuestra columna tuviera el nombre y fuera DIÁLOGOS DE LITERATURA. Es decir una columna que se planteé explorar , recordar, recrear los asuntos de teoría o episodios que han sido significativos detrás de los textos, de cada uno de los géneros literarios y sus respectivas especies. Y que de ella participen todos los que tengan algo que aportar, no con la intención de competir, sino con la de enriquecer al lector. Creemos que los sesudos análisis de escogidos han pasado. Hacer consideraciones que marquen un camino o la manera de pensar del lector implica una responsabilidad. No quisiéramos influir para apartar el lector de sus propias conclusiones, ideas o sentimientos. Creemos que frente a la obra literaria toda interpretación es válida. Si hay que hacer diferencias , nosotros pensaríamos que habría que diferenciar sólo entre quienes leen y quienes no leen. Favor enviarme opiniones o artículos a gusvaina@gmail.com


DE LEZAMA Y HOMERO

Pero al tratar de Lezama me cohíbo aún más de dar opiniones definitivas, porque soy consciente de que estoy frente a un escritor cuyos textos no son fáciles de descifrar y con una cultura enorme y peculiar y por ello más grandioso.

Alrededor de este punto es bueno recordar la anécdota que trae Eva Valcárcel en su artículo “La Vivencia Oblicua, fragmento sobre una lectura de Lezama Lima” :

De la asunción de la inaccesibilidad del texto lezamiano procede la anécdota que cuenta Eloísa Lezama en la que explica su relación de adolescente con los inexplicables textos del poeta; la postura ante la incomprensión de Eloisa —No lo entiendo— contestaba José con una greguería:«¿A Usted le gustan las ostras? ¿Y Usted las entiende?”1.
Lezama mismo hizo y publicó varias conferencias en las que se sugiere la existencia de un sistema poético propio al que habría que acudir en busca de ayuda (Veáse ante todo José Lezama Lima Las imágenes posibles). A más de eso hay en circulación una buena cantidad de monografías que con, mayor o menor fortuna, intentan descifrar el sistema. Acá confiaremos y nos atendremos a nuestro “gusto por las ostras” y confiaremos asimismo en que nuestros lectores participen de ese gusto.


  1. Se trata de las cartas entre Eloisa y su hermano José lezama Lima publicadas como . Eloísa Lezama Lima. Cartas (1939-1976), Madrid, Orígenes, 1979. La cita es tomada del texto “La vivencia Oblicua escrito por Eva Valcárcel y publicado en Anales de Literatura Hispanoamericana, 1999 . ISSN: 0210-4547

Leo pues a Lezama con admiración y respeto como un lector cualquiera y solo deseo acotar que en mi experiencia no hay que ir a sus textos en busca de aventuras hilarantes. - Lezama no es Chesterton, ni tiene personajes como el padre Brown - en cambio hay que ir predispuesto a dejarse sorprender, por la belleza de los textos. Lezama consideraba a Paradiso como parte de su poesía, no deseaba establecer diferencias de género en las diferentes partes de su obra. En efecto en “Poesía Virtual Voz y Video en la Poesía Iberoamericana” donde todos los demás aparecen leyendo poemas , Lezama que publicó varios libros de poemas aparece (para nuestra fortuna) leyendo un fragmento de su novela Paradiso . Es un escritor goloso que no le deja a uno respirar del grado de información y cultura, abundante por igual, en referencias a la mitología griega, y a las creencias religiosas cubanas, en referencias de historias de la filosofía y del decurso de la crítica de arte en América Latina. Y ricos ante todo, en los pensamientos y sentires órficos, con los cuales se identificaba. Hay quien ha querido ver a Paradiso como una imagen del ciclo Órfico de resurrección y a su personaje central José Cemí como un Orfeo que baja al reino de los muertos y resucita. Pero hay también quien ha querido ver la novela como un aprendizaje para la iniciación órfica, y habrá, no lo dudo, muchas otras interpretaciones. Paradiso es una fiesta de sabiduría, que premiará al lector que le dedique algunas tardes...

Justamente lo que quisiera comentar y compartir es el goce de encontrar en algunas páginas, referencias a los textos de Homero, se trata de aquel texto en que el Coronel (en quien se ha querido ver al padre del escritor) va a Jamaica:

Por el año 1917, el Coronel recibió la misión de ir a Kingston para hacer prácticas de artillería de costa. Le acompañarían su familia, Baldovina, el ordenanza y un médico civil, cubano danés, el doctor Selmo Kopek, pequeño, taciturno, que hablaba muy pocas veces y dándole una extraordinaria importancia a cuanta vaciedades se le ocurrían. …. Caminaba por Kingston Street al lado del Coronel, cuando precisó un negrón gendarme, con todo el aditamento de policía inglés, que dirigía el pequeño tráfico, con solemnidades y rígidos gestos , como si aquella ciudad tuviese una importancia europea”.

Hasta aquí parecería que Lezama se rinde de admiración por los modos y maneras de Europa. Pero inmediatamente viene, nos tememos, algo de ácida ironía.

Enfrente de la mano alzada del gendarme, se detenía un pequeño carretón tirado por un gracioso y comprensivo burrito. Ante la tiesura del gendarme el travieso animalejo cabeceaba su sabiduría, riéndose de aquella solemnidad lamentable y huera. “ 2.

Y luego el suceso central

El doctor Selmo Kopek no precisó un hecho meteórico y homérico que vendría a establecer una mágica relación entre el sargento de tráfico y él. Una concentrada nube de un denso azul acero, semejante a esas nubes que envolvían a Hera o a Pallas para presentarse ante los combatientes teucros o aqueos, surgió arremolinada, como brotada de una chispa de atmósfera ojizarca, de la axila derecha del gendarme, atravesó los mercaderes colorínescos , las esteras verticales movidas por un aire gruñón, y se anidó en la axila izquierda del doctor Kopek”. 3.

2. José Lezama Lima Paradiso Alianza Tres / Era Aliansa Tes 1983 – 1988. Madrid Ediciones Era S.A. 1968, México.
3. Idem.

A partir de aquí Lezama abunda en consideraciones acerca de ese hecho, del infortunio del Doctor Kopek, convertido en “almizclero” en el hotel y de la ceremonia para sacarle al pobre hombre el mal olor.

El suceso ocupa cerca de tres páginas del libro... en algo que es probable que alguno de mis paisanos del caribe se hubiera despachado diciendo:

Mierda le pegó el grajo (o la chucha)”

Aquí se puede ver alguna clave de este libro, se trata de páginas llenas de información, digresiones cultas, buen escribir, imágenes y humor, que harán que el buen lector se sienta agradecido.

Como se sabe Homero en La Ilíada y la Odisea trae abundantes episodios en los que los dioses usan nubes como cortinas para ocultar, bien para para salvar a alguien por quien algún Dios siente simpatías, bien para cambiar la escena de modo que algun o algunos de los participantes gozaran de ventura mientras otros fueran castigados... Algo que hoy hacen los periodistas con frecuencia y que llamaríamos “milagros”. El propio Zeus, Dios de dioses, es llamado por Homero “el que amontona las nubes”

Otra cosa son los augurios. En La Odisea cuando Telémaco hijo de Odiseo cita a asamblea a sus conciudadanos para proclamar su repudio a los banquetes que hacían los pretendientes a costa de sus ganados, su vino y su riqueza, los dioses tienen a bien enviar un par de águilas que vuelan encima de la asamblea y luego se destrozan a sí mismas, como una señal en la que manifestaban su apoyo a las palabras del muchacho y también con la intención de promover la idea del retorno pronto de Odiseo. Los augurios eran comunes en la mitología, así como las ayudas a algún héroe y otras formas de maravillas y anuncios.

Lo que no logró predecir el pobre doctor Kopek fue que sus desventuras no habían terminado después de que se libró de la homérica nube, pues en el informe inmediato a sus superiores el Coronel prescindiría de sus servicios durante la gira.

El asunto viene a cuento cuando se considera que en estos textos hay cierto ambiente de farsa que bien podría tomarse como cierta revancha al análisis esquemático y afectado de prejuicio que Europa hacía en los comienzos de América y sus habitantes... Lezama no solo mostró diferencia de esos torpes análisis, sino que promovió la idea novedosa de que la imago de América 4. requería de la atención minuciosa de sus avatares y no había que pensarla tanto mirando el pasado sino el futuro. El recuento de la historia del arte en América como lo sugirió Lezama continúa por hacerse.

Habrá también que situar en el contexto al propio Lezama, evaluando sus ideas a la luz de a lo que conocemos hoy. De lo que no queda ninguna duda es de la importancia y el gusto de leer a Lezama Lima y en particular su Paradiso.




  1. Las ideas se podrán encontrar en la conferencia de José Lezama Lima “La expresión Américana” Published by Fondo de Cultura Economica USA (first published 1969) , Entre otros


Permitaseme, en su homenaje terminar en el misterio. Cuenta Eliseo Alberto en su “Retrato hablado de José Lezama Lima” la siguiente anécdota:

...con cierto tiempo de antelación, tuvo a bien elegir la frase que, tallada en mármol, alumbraría su tumba: “El mar violeta añora el nacimiento de los dioses/ porque nacer es aquí una fiesta innombrable” “ 5.








































5. Eliseo Alberto, Retrato hablado de José Lezama Lima, tomado de la REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE MÉXICO , en www.revistadelauniversidad.unam.mx/0204/pdfs/retrato_hablado.pdf